Las letras de canciones pueden ser poesías y los poemas pueden ser transformados, mediante la creatividad de un compositor, en canciones.
No obstante la lírica musical tiene también otros
caminos. Así por ejemplo un músico puede crear una melodía y, una vez terminada
esta, derivarla a un autor para que escriba la letra.
Y, por supuesto, pueden también nacer juntas, letra y
música, fuere como obra de un individuo o como creación de dos o más personas
que trabajan asociadas dando vida a una canción.
En algunos casos el contenido temático de las letras
puede inclusive tratar, de forma metareferencial, sobre la música, sus
creadores o sus intérpretes, todo lo cual es parte del universo que abarca el
carácter poético de la canción como unidad de música y palabra.
Veamos algunos ejemplos.
Su contenido es el siguiente:
El compositor
crea una canción,
porque es un artista innovador.
Do re mi fa sol,
sol fa mi re do.
Con las notas forma una emoción.
Suena en fa, se oye un re o el compás.
En clave de sol.
Partitura es,
una nueva obra que nació.
El piano tal vez,
arpa o bandoneón;
con el instrumento y el papel.
Suena en fa, se oye un re o el compás.
De su inspiración deviene
una nueva… pieza musical.
Fa mi re do sol.
Clave mi menor.
Una en re mayor.
Flauta o acordeón.
En viola o violín.
Siempre la creación
del compositor
plena de emoción.
Demiurgo musical,
de armonía tonal
de ritmos y de tempos.
"La criolla guitarra" tuvo su origen como poesía. Recibió el primer premio en ese rubro en el concurso "Enhebrando tradiciones", organizado por el centro cultural “Arreando estrellas” de Concordia, Entre Ríos en el transcurso del año 2021. Posteriormente el músico Rodrigo Stottuth hizo con ella una zamba (homónima).
Se entrelaza la guitarra
con la música argentina
y hace con ella amalgama
por toda la geografía.
Canta por la Patagonia
En kaani o chorrillero;
con la cueca y la tonada
de Cuyo y del vidalero.
Se escucha cualquier mañana
en nuestra Pampa surera,
y de Santiago, en el alma,
vibra con la chacarera.
Chamamé, polca y valseado
en sus cuerdas se hacen trinos.
Bagualas, zambas y huaynos
marcan el Norte en sus ritmos.
Mientras el tango orillero
que llora en los bandoneones
en sus cuerdas también pone
susurros arrabaleros.
Suena la trompa o el bombo,
la quena, el erke o la caja,
arpa, violín o charango
¡y al lao la criolla guitarra!
Así en estos, como en muchos otros casos, música y poesía confluyen con naturalidad en la canción, obra que las abarca y las contiene como partes constitutivas de su propia morfología e identidad.