lunes, 11 de febrero de 2013

El artista ecuatoriano Alfredo Mármol canta "No me jures amor"

No me jures amor,
yo te lo ruego.
No me jures amor,
pues no sabemos
que pasará mañana
en nuestra almohada...
qué pasará mañana...



El afamado cantante Alfredo Mármol, del Ecuador, retirado en la actualidad de los escenarios pero siempre amalgamado a la música y el canto, obsequia su bella versión de la pieza de Jorge Padula Perkins y Gerardo Cobas, "No me jures amor".

No prometas amor,
amor eterno,
prefiero enamorarte 
cada día.
Solo bésame así
como tu besas
cual si fuese el final
de nuestras vidas....


jueves, 7 de febrero de 2013

Nuevos tangos llegan a Suiza de la mano de Carla Pugliese.



“Soñé un abrazo” y “En una calle cualquiera”, son dos tangos con letra de Jorge E. Padula Perkins y música de Carla Pugliese integrados, en magníficas versiones instrumentales de su compositora, a su recientemente editado CD “Milonga Sola”.

Están entre las diez piezas que en ese disco reflejan el arte y el alma de esta meritoria creadora e intérprete y serán ejecutadas por ella y Axel Mastronardi durante su presentación internacional, a realizarse en marzo de 2013 en Suiza.


En un contexto onírico, “Soñé un abrazo” refiere el encuentro entre una persona y su padre físicamente muerto. Sugiere entonces, por un lado, una “presencia” espiritual perenne y, por otro, una equivalencia indubitable entre los valores emocionales del sueño y la vigilia.

Anoche soñé a mi viejo
en pijama y camiseta,
campaneándola a la vieja
en la esquina de Larrea.

Tan real era todo aquello
que me llené de alegría,
no había indicios de muerte,
¡el sueño era todo vida!

Anoche le di un abrazo
como nunca le había dado.
Sentí mi alma vibrando
desde el pecho hasta las manos.

Le conté sobre sus nietos,
esos que no conocía,
y me miraba sonriente:
¡Yo creo que lo sabía!

Anoche soñé ese encuentro
y desperté emocionado.
¡Qué importa que fuera un sueño
si a mi viejo había abrazado!

“En una calle cualquiera” se plantea con sencillez, como un claro homenaje a la conexión de “espíritu” que existe entre la ciudad de Buenos Aires y el tango, que se revela de manera inequívoca en la persona que, de manera vivencial y protagónica, percibe y asimila ese lazo.

En una calle cualquiera
de Buenos Aires
se me atraviesa un tango
sin un porqué.
Veredas o ventanas…
cualquier esquina,
se  hace melodía
en fa o en re.

Viajando en colectivo
por Buenos Aires,
evoco sonidos
de un bandoneón
y siento que es el tango
que está en el aire
y viene a saludarme
sin ton ni son.

En una calle cualquiera
de Buenos Aires
los compases del tango
vívidos son
por esa unión tan fuerte
e inseparable
que tiene el dos por cuatro
y el corazón.

El tango es cada cosa
de Buenos Aires
y todo su talante
se muestra en él.
Por eso está en las plazas,
en las palomas
y en la cadencia
de una mujer.

El tango es el Polaco,
Troilo, Piazzolla,
pero es y vive
en el propio ser.
Por eso está en las plazas,
en las palomas
y en la cadencia
de una mujer.