Puente Azul |
Está surcada por gran número de canales y
ríos, razón por la cual ha adquirido el apodo de “Venecia del Norte”. Como
consecuencia de esa característica geográfica está también dotada de muchos
puentes.
Durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo
lugar allí el Sitio de Leningrado. Los alemanes cortaron los abastecimientos de
la ciudad y la bombardearon durante 29 meses provocando daños humanos y
materiales de enorme magnitud. Tras la derrota de Alemania en 1945 fue
declarada “Ciudad heroica” por las autoridades soviéticas.
Al desaparecer la URSS adoptó el nombre de
San Petersburgo y es hoy la segunda ciudad más grande de la Federación Rusa.
Alberga importantes monumentos históricos y declarados Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO,
Puente Rojo |
se han construido, una enorme cantidad de puentes. Los que atraviesan el río Nava, son levadizos para permitir la navegación. Otros más pequeños son históricos, artísticos y curiosos, algunos rodeados de mitos y leyendas.
En verano, las llamadas “noches blancas”,
jornadas en las que el día es prácticamente inacabable, constituyen también una
singularidad propia del lugar y atractivo para los visitantes.
En algunos - apenas un puñado- de esos
puentes y en esas noches sin oscuridad, se inspiró Jorge Padula Perkins a la
hora de escribir la letra para esa pieza musical que el compositor Alfredo
Figueras puso en sus manos para que hiciera su labor poética.
Desde la primera vez que la escuchó, ha
dicho Padula Perkins en varias ocasiones, percibió en esa melodía aires de
música rusa. Fue por ello que llegó con su inspiración a los “Puentes de San
Petersburgo”.
Ejemplos de belleza arquitectónica, parte
ineludible de un diseño urbano propio para su geografía e hidrografía y
testigos mudos de muchos momentos de la historia, los “Puentes de San
Petersburgo” se ofrecieron ante el poeta como sólidos representantes de la idiosincrasia,
el orgullo, el pasado, el presente y el futuro de sus habitantes.
Svetlana Grishchenko |
de domra), conoció la pieza y realizó arreglos musicales para piano y trío de domras.
Ese instrumento (de tres o cuatro cuerdas
de metal) está íntimamente asociado a la música popular y folklórica rusa,
razón por la cual, la interpretación de “Puentes de San Petersburgo” con él
profundiza el vínculo entre la canción y el espíritu de la antigua ciudad.
Emiliya, Polina y Veronica (tres de sus
alumnas del Liceo de Música de San Petersburgo) han ejecutado en domra y con la
dirección y acompañamiento en piano de la propia maestra Grishchenko, una bella
versión de la pieza en cuestión.
Puentes de San Petersburgo
Letra: Jorge Padula Perkins - Música: Alfredo Figueras
Sobre un río…un canal…
puentes para cruzar y así,
encontrar el lugar deseado.
Y ellos plenos de color.
Sobre el Moika el Azul,
Verde, Rojo y el Pévchesky.
Más allá Puente de los Besos,
con historias del amor,
de alegría y dolor,
de secretos sin voz,
de taberna y alcohol. De pasión.
Puente de los besos |
Largo día y amanecer.
Amalgama de las jornadas.
Y los puentes siempre allí,
con historia y color,
arte y vida en pleno esplendor.
Los puentes de San Petersburgo,
siempre listos para ir a cruzar.
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