martes, 6 de octubre de 2020

“Puentes de San Petersburgo” (Мосты Петербурга), una canción nacida en Argentina que hoy se escucha desde Rusia.

Puente Azul
San Petersburgo tuvo formalmente el nombre de Petrogrado en el decenio de 1914 a 1924 y más tarde Leningrado (1924-1991). Había sido fundada en 1703 por Pedro el Grande y adoptó su actual denominación en 1991.

Está surcada por gran número de canales y ríos, razón por la cual ha adquirido el apodo de “Venecia del Norte”. Como consecuencia de esa característica geográfica está también dotada de muchos puentes.

Durante la Segunda Guerra Mundial, tuvo lugar allí el Sitio de Leningrado. Los alemanes cortaron los abastecimientos de la ciudad y la bombardearon durante 29 meses provocando daños humanos y materiales de enorme magnitud. Tras la derrota de Alemania en 1945 fue declarada “Ciudad heroica” por las autoridades soviéticas.

Al desaparecer la URSS adoptó el nombre de San Petersburgo y es hoy la segunda ciudad más grande de la Federación Rusa. Alberga importantes monumentos históricos y declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO,

Puente Rojo
Hay en la localidad más de cuarenta islas y más de sesenta ríos y canales sobre los cuales
se han construido, una enorme cantidad de puentes. Los que atraviesan el río Nava, son levadizos para permitir la navegación. Otros más pequeños son históricos, artísticos y curiosos, algunos rodeados de mitos y leyendas.

En verano, las llamadas “noches blancas”, jornadas en las que el día es prácticamente inacabable, constituyen también una singularidad propia del lugar y atractivo para los visitantes.

En algunos - apenas un puñado- de esos puentes y en esas noches sin oscuridad, se inspiró Jorge Padula Perkins a la hora de escribir la letra para esa pieza musical que el compositor Alfredo Figueras puso en sus manos para que hiciera su labor poética.

Desde la primera vez que la escuchó, ha dicho Padula Perkins en varias ocasiones, percibió en esa melodía aires de música rusa. Fue por ello que llegó con su inspiración a los “Puentes de San Petersburgo”. 

Ejemplos de belleza arquitectónica, parte ineludible de un diseño urbano propio para su geografía e hidrografía y testigos mudos de muchos momentos de la historia, los “Puentes de San Petersburgo” se ofrecieron ante el poeta como sólidos representantes de la idiosincrasia, el orgullo, el pasado, el presente y el futuro de sus habitantes.

Svetlana Grishchenko
En los primeros días de octubre, la maestra petersburguesa Svetlana Grishchenko (profesora
de domra), conoció la pieza y realizó arreglos musicales para piano y trío de domras.

Ese instrumento (de tres o cuatro cuerdas de metal) está íntimamente asociado a la música popular y folklórica rusa, razón por la cual, la interpretación de “Puentes de San Petersburgo” con él profundiza el vínculo entre la canción y el espíritu de la antigua ciudad.

Emiliya, Polina y Veronica (tres de sus alumnas del Liceo de Música de San Petersburgo) han ejecutado en domra y con la dirección y acompañamiento en piano de la propia maestra Grishchenko, una bella versión de la pieza en cuestión.

 

Puentes de San Petersburgo

 

Letra: Jorge Padula Perkins  -  Música: Alfredo Figueras

 

Sobre un río…un canal…

puentes para cruzar y así,

encontrar el lugar deseado.

Y ellos plenos de color.

Sobre el Moika el Azul,

Verde, Rojo y el Pévchesky.

Más allá Puente de los Besos,

con historias del amor,

de alegría y dolor,

de secretos sin voz,

de taberna y alcohol. De pasión.

 

Puente de los besos
Noche blanca estival.

Largo día y amanecer.

Amalgama de las jornadas.

Y los puentes siempre allí,

con historia y color,

arte y vida en pleno esplendor.

Los puentes de San Petersburgo,

siempre listos para ir a cruzar.


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